Historias

Decisión sobre Boca del Parrao, otra batalla que gana Benjamín Luna

Hace varias décadas, para tener una buena fotografía aérea de Cartagena de Indias había que recurrir al capitán Jaime Borda Martelo, autor de ‘Cartagena a ojo de alcatraz’, entre otros varios libros que a miles de raizales y foráneos les permite apreciar -en toda su magnitud – la inigualable belleza de la Ciudad Heredia.

Hoy, diversas aplicaciones digitales, entre ellas Google Earth, permiten divisar el mundo desde el aire, y si bien no brindan la posibilidad de obtener fotografías con la misma calidad artística que las del capitán Borda, pueden -a cambio – ofrecer algo más: secuencias de la evolución -año por año – de una zona determinada.

Así, es posible saber, por ejemplo, qué hubo en los lugares donde fueron construidos el Hotel Las Américas y el Centro de Convenciones Las Américas, en el corregimiento de La Boquilla, y hasta obtener fotografías de los mismos.

Y haciendo el debido ejercicio, es claro que puede observarse que antes del año 2007 existía un cuerpo de agua: Boca del Parrao, que comunicaba la Ciénaga de la Virgen con el Mar Caribe; y que hoy, 13 años después, tras ser totalmente cegado con material de relleno, hay sobre él unas edificaciones: las torres vieja y nueva del Hotel Las Américas.

Eso, que conocen muy bien los cartageneros mayores de edad, que salta a la vista recorriendo la zona y por ello sorprende el silencio del Distrito, y que se constata -ya se dijo – mediante Google Earth u otra aplicación similar, es lo que, en otras palabras, acaba de advertir la Capitanía de Puerto de Cartagena.

Mediante Resolución Número 0258 de 2020 (hacer click), fechado el pasado 31 de agosto, la autoridad marítima declaró responsable a la sociedad Promotora Turística del Caribe S.A., a Inversiones Talamare S.A.S. y a la propiedad horizontal denominada Hotel Las Américas Beach Resort PH, «por la ocupación indebida sobre zonas con características técnicas de agua marítima, playa marítima y terrenos de baja mar«, los cuales, como se sabe, son de propiedad de la Nación. Y, además, les impuso una «multa equivalente a 600 salarios mínimos legales mensuales vigentes, suma que asciende a $526’681.800,oo«.

En el proveído, suscrito por el capitán de Navío Jorge Uricoechea Pérez, se le informa la decisión al Distrito de Cartagena «a fin de que adelante dentro de sus competencias la recuperación de las zonas de bajamar, playa marítima y/ aguas marítimas«.

Se advierte, asimismo, que contra el acto administrativo proceden los recursos de reposición ante la misma Capitanía de Puerto de Cartagena y de apelación ante la Dirección General Marítima -Dimar.

La alegría de Luna

En Cartagena, particularmente a través de las redes sociales, innumerables dirigentes cívicos y comunitarios celebraron la decisión de la Capitanía de Puerto.

Pero uno de ellos: el médico Benjamín Luna Gómez, es quien se ha mostrado más contento. Y tiene razones para estarlo. Desde cuando descubrió que la Boca del Parrao estaba siendo rellenada, el conocido líder comunitario de La Boquilla no ha cesado un solo instante en denunciar el hecho ante todas las instancias posibles, advirtiendo siempre -con contundencia y determinación – que gran parte del lote donde se construyeron las torres del Hotel Las Américas fueron antes un cuerpo de agua.

De la lucha de Luna Gómez por demostrar la indebida posesión cabe destacar que la Dimar, a pesar de su lentitud en ciertas etapas del proceso, ha sido reiterativa en su concepto de que el lugar en el cual fueron construidas las torres de Las Américas tienen características técnicas de agua marítima, playa marítima y terrenos de baja mar.

En el caso del lote que fue vendido por la Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar –Edurbe – a Inversiones Araújo Perdomo y Compañía SCA por $700 millones, según Escritura Pública 0204 de 2005, Luna ha insistido en que fue una venta «que no da pie para que pretendan seguir apoderándose de la Boca del Parrao, rellenado sus orillas, como ha seguido ocurriendo«.

Pero hay más: para el médico y líder comunitario, «dicha venta también podría ser ilegal, ya que Edurbe no tiene jurisdicción sobre La Boquilla, ya que la Ley 62 de 1937, el Acuerdo municipal y la Escritura Pública que dieron origen a dicha empresa no incluye dicho corregimiento«.

«Hay otras actuaciones de la Dimar que nos dan aún más la razón«, manifestó Luna en diálogo con Revista Metro; «fíjese que la Dimar sancionó a los Araújo, por medio de la Resolución 046 febrero 12 de 1993, obligándolos a demoler un muro que construyeron sobre un remanente de la Boca del Parrao. Justamente hubo un peritazgo de la Dimar que adjuntamos como prueba y de allí se desprendió la investigación; la autoridad marítima distingue perfectamente cuatro aspectos del lote donde construyeron el Hotel Las Américas: uno es el sector sur – oeste, que es el conformado por un cuerpo de agua que mide 111 metros de longitud por el norte, 75 metros por el este, 101 metros por el sur y 76 metros por el oeste, y este sector corresponde precisamente a un remanente de la Boca del Parrao«.

El

Para Benjamín Luna, de lo anterior se desprende otro hecho que deberían indagar los entes de control. Según pudo constatar, la Agencia Nacional de Infraestructura –ANI – «la obra del viaducto compró parte de los predios que aparecen como del Centro de Convenciones de Las Américas, y yo me pregunto si es legal que el Estado compre predios a un particular pero resulta que estos predios son del Estado. Aquí podríamos estar ante una posible celebración indebida de contratos, ya que la ANI, que es una entidad pública, adquirió unos predios que resultaron ser bienes públicos, lo cual quiere decir que ni la ANI ni el contratista de la obra realizaron una adecuada gestión para adquirir los predios legalmente. Eso, en mi concepto, amerita ser investigado por las autoridades competentes«.

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